Trata...

En principio...este blog fué creado para un trabajo de la facultad, pero una vez calificado, transformé mi blog para que fuera mi desahogo, un espacio en el que escribiría las cosas que me pasan por la cabeza, un espacio para denunciar injusticias, en fín... un espacio para mí!

El hecho de escoger este nombre tiene dos significados, el primero de ellos, lo guardaré para mí, y el segundo motivo es un intento de homenajear a Valle-Inclán pues él vió en los espejos deformantes del callejón del gato la tragedia de España transformada en esperpento.

Sin embargo vivimos en un mundo que trafica con los sentimientos, en el que no se mira por nada ni por nadie, se aspira a tener más y más sin tener en cuenta que para que unos pocos suban, muchos bajan...
Pero, ya que vivimos en él, trataremos de convertir este callejón en un lugar abierto, por donde entre la luz y resplandezca la claridad.
=)

lunes, 24 de enero de 2011

Los andaluces somos idiotas...

Esto es un fragmento de un evento que me ha llegado a el tuenti y que me ha gustado bastante. Su autor es Tarek Martín y dice lo siguiente:

Hay un magnífico artículo de Jesús Sanz que se titula: “Los españoles, ¿Sois idiotas? Sus conclusiones son demoledoras. A modo de ejercicio local quiero responderle desde el Sur.

Los andaluces somos idiotas porque siendo 8.300.000 ciudadanos, el 17, 8 del conjunto de la población española, tenemos un peso real y político en el Gobierno y en la toma de decisiones que nos afectan, muy por debajo de esas cifras.

Los andaluces somos idiotas porque no utilizamos los 61 escaños que tenemos en el total de 350 en el Congreso de los Diputados para hacer una política que defienda los intereses de Andalucía y vemos como los nacionalistas vascos y catalanes, con mucha menor representación, obtienen mucho mejores resultados.

Los andaluces somos idiotas porque votamos mayoritariamente a dos partidos que tienen e imponen a sus diputados andaluces una obediencia centralizada y “ovejuna” a los dictados centralistas de ambas formaciones.

Los andaluces somos idiotas porque en las elecciones autonómicas seguimos supeditados –hasta en la fecha de celebrarlas- al mismo poder centralista y reproducimos miméticamente esquemas, intereses y políticas, sin tener en cuenta la realidad andaluza, el grado de desarrollo (sub) y las necesidades reales de una población secularmente empobrecida y sometida al caciquismo de distintos pelajes.

Los andaluces somos idiotas porque en cada convocatoria electoral hemos dado mayorías parlamentarias a quien no se le ha merecido de cara al progreso real de sus ciudadanos, y ha fomentado el clientelismo, cuando no la abierta corrupción, y llevado a la degradación política, cultural y ecológica que padecemos.

Los andaluces somos idiotas porque cuando se plantea la necesidad de un cambio de ideas y modos de gobernar, la moderna demoscopia dice que los andaluces pueden dirigir sus votos a los herederos directos de los responsables directos de su subdesarrollo. A la derecha insolidaria, continuadora del señoritismo absentista, terrateniente y latifundista que ha lacrado nuestro pasado, parasitan nuestro presente e hipotecan nuestro futuro.

Los andaluces somos idiotas porque no repudiamos con vigor a los que nos ridiculizan por nuestro habla o nuestro acento, nos esquematizan con clichés folclóricos y conservadurismos sin ningún fundamento, a los que trivializan y reducen a pandereta una idea de Andalucía, reñida con la categoría intelectual y artística de sus numerosos hijos ilustres.

Somos idiotas porque dejamos que sigan mirándonos como cantaores, toreros, juerguistas, vagos, analfabetos e incultos, cuando esta tierra ha dado a España 2 premios Nobel de Literatura (Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre), y multitud de artistas e intelectuales: Velázquez, Murillo, Romero de Torres, Picasso, Zurbarán, Séneca, Lucano, San Isidoro de Sevilla, Averroes, Maimónides, Antonio Nebrija, Góngora, Bécquer, Manuel de Falla, María Zambrano, Machado, Lorca, Alberti, Luis Cernuda, Francisco Ayala, Antonio Muñoz Molina, Paco de Lucía, Juan Valera.


Y bueno... mi opinión... clara, al públicar esto. Estoy totalmente de acuerdo.

jueves, 20 de enero de 2011

Platos rotos...

Hay días en los que me siento tan llena, que es inexplicable...

Y otros en los que el vacío es tan grande, que no puedo soportarlo...